La ubicación del hotel es perfecta, con vistas increíbles y un sonido relajante del mar. El personal es muy amable y con buena predisposición. Sin embargo, la piscina es pequeña y la calidad de la comida deja que desear. Podría mejorar si se cuidaran más los detalles.

La cercanía a Cala Rovira es perfecta para disfrutar de un baño antes del desayuno. No te olvides de preguntar por las recomendaciones del personal sobre las calas cercanas.

Un salto al vacío que ha merecido la pena

La ubicación alejada del bullicio permite disfrutar de la tranquilidad, además, el sonido del mar es un lujo. Sin embargo, la cena fue decepcionante, con escasa variedad y calidad cuestionable. Los desayunos, en cambio, fueron satisfactorios. Una experiencia agridulce, donde el potencial choca con la realidad.

Disfruté de la hermosa terraza con vistas al mar y la cercanía a la Cala Rovira, donde los baños eran perfectos antes del desayuno. La amabilidad del personal hizo que mi estancia fuera muy grata.

vistas al mar y acceso a hermosas playas cercanas

Durante mi estancia, disfruté de las increíbles vistas al mar y la cercanía a Cala Rovira, que está a solo 10 minutos a pie, perfecta para un chapuzón antes del desayuno, además de la tranquilidad que se respira en el entorno y la amabilidad del personal, lo que hace que uno se sienta como en casa, aunque la piscina es un poco pequeña para los días soleados, pero la atención y el ambiente familiar compensan esa falta.

La amabilidad del personal hizo nuestra estancia memorable.

Una terraza con vistas espectaculares

La ubicación del hotel es ideal, con acceso directo a Cala Rovira. La terraza ofrece unas vistas panorámicas al mar impresionantes. Además, el ambiente es cálido y familiar, lo que hace que te sientas como en casa.

La piscina es pequeña y no da abasto los días soleados. Además, el servicio de limpieza a veces deja que desear, ya que olvidaron hacer nuestra habitación un día.

Me encantó la tranquilidad del lugar y la vista al mar desde la habitación. Además, la terraza ofrece un ambiente perfecto para relajarse.

Me sentí como si me trataran como a un rey, no me puedo quejar.

Ubicación frente a la playa, terraza histórica con vistas, acceso directo a caminos costeros

La decoración de las habitaciones se siente anticuada, la piscina es demasiado pequeña para los días soleados, las tarifas de aparcamiento son elevadas y no se informan antes de la llegada. ¡Necesitan mejorar la limpieza y el mantenimiento de las habitaciones!!!

la ubicación del hotel es brutal, en un lugar súper tranquilo y a un pisotón de la playa. el personal es muy amable y cercano, te sientes como en casa. la habitación, aunque un poco antigua, estaba limpísima y cómoda. el desayuno estaba muy bien, buen café y variadito. la terraza con vista al mar es un lujo total.

la cena fue un poco meh y la piscina es pequeña y no da abasto en los días soleados.

Tuve una experiencia agradable. La proximidad a la playa es un punto a favor. Me sorprendió la atención. los empleados eran educados y serviciales. Me sentí como en casa por el ambiente familiar y la tranquilidad en el hotel. La comida estaba muy bien presentada y había suficiente variedad. La relación con el personal hizo que mi estancia fuera cómoda. No tenía balcón en la habitación, lo que fue el único inconveniente.

n/A

Ght Xaloc es un hotel encantador y tranquilo, ideal para disfrutar de unas vacaciones relajantes. Las vistas al mar son espectaculares y la cercanía a la playa de Cala Rovira lo hace aún más atractivo. Además, la variedad de servicios, como la piscina y el buffet de desayuno, te aseguran un buen comienzo cada día.

El mobiliario en la habitación.

La tranquilidad del lugar es ideal para relajarse y la piscina, aunque pequeña, es un rincón agradable para descansar. Además, la limpieza de las habitaciones es impecable, te sientes como en casa.

El mobiliario en la habitación se siente más de los años 80, ¡como si hubiera sido heredado de una abuela!